La emoción de la ascensión
Vea el vídeo sobre la experiencia de visitar la Torre Eiffel: "Con la Torre Eiffel, cada visita es única"
Venga a la Torre Eiffel y disfrute de un viaje a las alturas único en el mundo, una experiencia emocionante desde la explanada hasta la cima, tanto de día como de noche. La Torre Eiffel abre al público todos los días y tardes. Se ilumina al caer la noche y emite destellos cada hora hasta su cierre, momento en el que se apaga por completo. Pueden visitarse las tres plantas de la Torre Eiffel: 1ª planta, 2ª planta y cima –las entradas puede comprarse con antelación, en nuestra web oficial de venta de entradas, o adquirirse presencialmente el día de la visita, en las taquillas ubicadas en la explanada, debajo de la Torre Eiffel. El acceso a la explanada y los jardines es gratuito, por lo que es posible venir simplemente a dar un paseo bajo la Torre. Basta con dirigirse a una de las dos entradas principales del monumento y pasar los controles de seguridad.
La Torre Eiffel ofrece la posibilidad de adquirir una entrada para subir hasta la cima (en ascensor solamente, o primero por las escaleras y luego en ascensor), o hasta la 2ª planta (en ascensor o por las escaleras). Las entradas permiten siempre visitar las plantas inferiores. La visita comienza por la planta más alta incluida en la entrada: 2ª planta o cima. En la cima, a la que sólo es posible acceder en ascensor desde la 2ª planta, disfrutará de las vistas más impresionantes de París, una panorámica de 360º a 276 m de altura. Aquí encontrará un bar de champán para celebrar el momento con un brindis, además de una reproducción del despacho de Gustave Eiffel con estatuas de cera visibles a través de las escotillas. A 116 m de altura, la 2ª planta consta de 2 niveles visitables con muchas zonas diferentes, ofreciendo múltiples perspectivas para contemplar París con sus monumentos y edificios icónicos, pero también observar el increíble entramado de la Torre nada más con levantar la mirada.
En el nivel inferior de la 2ª planta se encuentra el famoso bar de macarons Pierre Hermé, un bar-cafetería, tiendas y un puesto con bebidas (incluyendo champán). En el nivel superior, las vistas están completamente despejadas. Y es donde también se encuentra el restaurante Michelín “Le Jules Verne”, cuya reserva es independiente de la visita de la Torre (ascensor privado). En la 1ª planta, a 57 metros de altura, también vale la pena detenerse para conocer un poco mejor la historia de la Torre. Esta extensa planta cuenta con instalaciones museográficas y una espaciosa tienda. Para comer, hay varias opciones: picar algo o comer algo rápido en el bistró o en la terraza (dependiendo de la estación) o sentarse en el restaurante Madame Brasserie y su lounge, que sirve durante todo el día: desayunos, comidas, meriendas, aperitivos, cenas e incluso brunch los domingos (salvo durante las vacaciones escolares).