El 2 de octubre de 2025, el atleta francés Aurélien Fontenoy logró una hazaña tan espectacular como original. Subió los 686 escalones que llevan a la segunda planta de la Torre Eiffel en bicicleta, más concretamente en una bicicleta de montaña de trial, sin bajar nunca los pies al suelo, en un tiempo récord de 12 minutos y 30 segundos. Esta hazaña demuestra una vez más que la Torre Eiffel, un monumento cargado de historia, es también un terreno formidable para el rendimiento y los retos deportivos.
Un reto sin igual
El ascenso por las escaleras del pilar oeste de la Torre Eiffel se realizó en el marco de un reto extraordinario para Aurélien Fontenoy, especializado en ascender grandes torres o rascacielos por las escaleras en bicicleta de montaña de trial. El anterior ascenso en bicicleta de las dos primeras plantas de la Torre Eiffel data de 2002. Ese año, el antiguo campeón de bicicleta de montaña Hugues Richard se enfrentó a su segunda ascensión (después de la de 1998) y subió las dos plantas con su bicicleta de montaña en 19 minutos y 4 segundos.
Maestría técnica y física
Recorrer 686 escalones en bicicleta de montaña de trial exige una maestría, un sentido del equilibrio y una resistencia fuera de lo común. Sobre su bicicleta de trial sin sillín, que pesa 8 kg, Aurélien Fontenoy tuvo que superar los 686 escalones saltando, manteniendo el equilibrio, controlando sus apoyos y adaptándose constantemente a la estrechez de las escaleras. Una hazaña deportiva que requirió una gran preparación física.
Pero Aurélien Fontenoy no es ningún novato. Comprometido con su proyecto titulado «The Climb», en 2021 ya subió las 33 pisos de la Torre Trinity, en La Défense.
Durante el verano de 2025, conquistó la Torre de Televisión de Tallin, en Estonia: más de 66 pisos por unas estrechas escaleras que subió en 46 minutos y 44 segundos. Y tras hacer realidad su sueño de subir las escaleras de la Torre Eiffel, no hay duda de que continuará su aventura en otras torres del mundo.
La Torre siempre ha atraído los retos
Desde su nacimiento, la Torre Eiffel ha sido un hermoso escenario para los retos deportivos y la superación personal. Entre las carreras a pie por las escaleras, que existen desde principios del siglo XX, y las vertiginosas travesías del slackliner Nathan Paulin o del funambulista Philippe Petit, el monumento suscita constantemente el deseo de realizar hazañas. Otro récord batido recientemente y una hazaña física excepcional: en 2024, la atleta Anouk Garnier subió por la cuerda hasta debajo de la segunda planta del monumento: ¡110 metros en 18 minutos!
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